Hoy comentamos aspectos relacionados con el cuidado de un@ mism@, pues aquí en la Tierra al igual que en el firmamento, todo está relacionado.
Suele suceder que en el afán por cuidar de nuestros seres allegados, nos vamos abandonando a nosotr@s mism@s, y poco a poco, semana a semana, mes a mes, nos vamos viendo absorvidos por una vorágine de vértigo en la que predomina el temor por lo que les pueda pasar en los escasos momentos en que inevitablemente tenemos que dejarles solos.
Eso y más está descrito como aspectos que conforman el llamado "Síndrome del cuidador" y quisiéramos en una serie fraccionada de entradas ir aportando agunas sugerencias que prmitan realizar los cuidados én las condiciones más óptimas posibles en cada caso, y mitigar el sentimiento de culpa que subyace en la actitud descrita; y que para colmo, comoles cuidamos pero tarde o temprano han de partir, cuanto mayor haya sido la "abducción" en el cataclismo, mayores son las posibilidades de hecatombe a la fin, ante el vacío existencial más absoluto que puede dejar el perder a quienes durante varios años "lo han sido todo" para la persona cuidadora.
1.- Fragmente el cuidado, dejando espacios (ni que sean cortos) para usted "como persona" tanto por la mañana como por la tarde.
2.- Observe el efecto que ello produce en las personas cuidadas: si su reacción no es de apoyo y de ánimo, sino más bien al contrario, de recriminación y queja, ES URGENTE que mantenga el camino iniciado, y lo haga reflexionando sobre el efecto que las palabras y conductas de ell@s tiene sobre usted que es quien les está cuidando. Si ese efecto no es positivo, recapacite desde un nuevo paradigma:
"Usted es la única persona que puede juzgar sus propios actos. Pida si quiere y escuche las opiniones de forma serena; para luego decidir si lo que hace está o no bien, independientemente de los criterios de los demás"
3.- Para desarrollar ese "temple", le invitamos a seguir unos sencillos pasos:
- Haga una pequeña lista de cosas simples, no perjudiciales y asequibles para usted, que la alegren, la satisfagan, la hagan sentir viva y entusiasta.
- Procure hacer cada dia por lo menos una de esas cosas, con alegría y buen ánimo, aunque al principio le cueste, que al principio suele sentirse como "egoista" el cuidar de un@ mism@, unos momentos al dia.
- Intente además, encontrar unos minutos de serenidad para "estar" con usted. En el ajetreo de la vida, el quehacer diario y las obligaciones progresivamente muliplicadas, nos solemos olvidar de "pararnos" a "estar" conmigo mim@, y mirar hacia atrás, hacia el presente y hacia adelante, para recuperar la sensación de "dominio y conocimiento" del propio camino que se está recorriendo.
Ánimo, y no duden en comentarme cuanto les parezca oportuno.
Ya sea con su propio nombre u otro que se quieran sobreponer para sentirse más resguardadas.
No duden en buscar a su alrededor con quien compartir -ni que sea de vez en cuando- algunos momentos, ya que a buen seguro el círculo en el que se movía antes, se ha ido reduciendo, cuando no extinguiendo.
